jueves, 19 de noviembre de 2015

catorce veintitrés (veintisiete pájaros)


me había tomado el atrevimiento
de creer que ya no era lo mismo
que hace unas semanas;
que el tiempo había hecho lo suyo,
y a tus cenizas las
había llevado el viento y
quizás las furtivas pero diarias
evocaciones de tu vos tan vos eran
resabios ineludibles
del pleno encuentro fortuito.

me había equivocado.

lunes, 12 de octubre de 2015

la vida en vivo

me gusta la lluvia
cuando destiñe la cara
del transeúnte gris
quien rengo de ella
sonríe copioso

me gusta el café
cuando su tez oscura
refleja la desazón
que las diáfanas gotas
de esta incipiente lluvia,
despiertan en mi

me gusta Buenos Aires
cuando sus peatones grises,
errantes pisacharcos,
hojitas de chaparrón,
permiten mi asilo
en sus calles;
usando un café de paraguas
atender mi aflicción
y a trasluz de un ventanal mojado
         amar la vida una vez más.

martes, 6 de octubre de 2015

unilo de haikus


I
oigo cánticos
y son las tres,
dos pájaros en la noche

II
me recuerdan que somos
seres del aire
ellos, vos y yo

III
inspirate
e invitame a lindar
las fauces de tu cielo

jueves, 17 de septiembre de 2015

Oda a la Luna Nueva



Yo conozco la nostalgia,
la leo en tus ojos,
la bebo en tus labios,
la muelo en tu recuerdo
todas las noches

siento
melancolía de amar
no correspondida,
levemente oscura,
profundamente egoísta.


Yo conozco el apego,
lo temo en tus ojos,
lo sufro en tus labios,
lo ansío en tus manos
todas las noches

crece
como cacto en mi vientre
la vana ficción
de curar mi aflicción:
nostalgia de amor.


Yo conozco la Luna,
la incendio de historias,
la ahogo en pasión;
exploto en sus tripas
y muero en su luz
todas las noches.



domingo, 19 de abril de 2015

siglo xxi



He creado un puente

Acá estoy
   yo,
vos allá
        del otro lado


Tu tez blanquinegra
       o quizá
los ojos de pez,
  esbozan    muecas
     a trasluz del  monitor,
protagonistas de noches verborrágicas
inundadas de las lágrimas
             de silencios huecos
             de presencias ausentes
             de cariños distantes

y ahora,
sí,
ahora

te quiero
pero no sé a quien,
es que al mirar
al otro lado del puente,
ahí seguís, idealizada
brillando inmóvil,

aunque no te vea y
                   no conozca todavía

el auténtico filo de tus ojos,
la gracia que debés dejar al andar,
o el esmalte que tiñe tu alma

elijo dormir,
  y mirar enfrente
    donde seguro estás
                       esperando,
             esperando,
     conmigo.