domingo, 20 de octubre de 2013

ciclos


Nunca noté
el tono del agua.

No vislumbro entonces
el color de tu pelo
dócil radiante húmedo,
que se extiende denso..

Aquel océano
 que perece
  súbitamente
cada vez que mis manos,
como barcos despojados    
  desentienden de él,
 dejando solo aguas calmas
                    oscuras.

Aquel océano
 que amanece
  paulatinamente los
barcos lo dibujan;
las manos náufragas
    lo conciben,
y los dedos
    como  peces
se hunden
    y vuelven a emerger
en ese
  cardumen de cabellos..


(esporádicamente
 vuelve
 a amar tu mar,
 un barco       solitario)

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